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miércoles, agosto 02, 2006

Operación Muñeca Rusa

También conocida como “Plan Costa da Morte”. El sábado pasado tuvo lugar una nueva presentación de un gran plan de infraestructuras para nuestras comarcas. Esta vez la sede escogida fue Laxe, pero lo cierto es que podía haber sido cualquiera de los otros lugares que ya han servido para presentaciones similares. Tan similares como que en casi todas ellas los contenidos eran los mismos.

Pero en esta ocasión el gobierno de Mr. Touriño ha rizado el rizo del rizo. Estábamos más o menos acostumbrados a que en la presentación de nuevos grandes planes se incluyesen obras que ya estaban aprobadas. Incluso en alguna ocasión se incluyeron obras que ya estaban empezadas, con gran escándalo de algunos. Pero a lo que no habíamos asistido era a que, nada más y nada menos, un gobierno presentase un gran plan de futuro con obras ya terminadas y hasta inauguradas. Mirado con buenos ojos, esto sí que es velocidad. Antes de prometerse algo, ya está construído. Recomendamos que pinchen el enlace y lo analicen con calma, porque el artículo no tiene desperdicio alguno.

Si descontamos la vía rápida que ya fue presentada a bombo y platillo en varias ocasiones (y ya por el anterior gobierno), las obras que ya estaban aprobadas hace tiempo, las que están en marcha, y por supuesto, las que ya han sido inauguradas, nos encontramos con que la asombrosa cifra de 524 millones de euros se queda en … hagan ustedes las cuentas. Así pues, estamos ante un nuevo estilo de planes. Planes que, como las famosas muñecas rusas, o como esos regalos-broma que todos hemos recibido alguna vez, aparentan un tamaño muy grande. Pero que cuando se abre el primer envoltorio, resulta que dentro sólo vemos un envoltorio más pequeño, y dentro otro más pequeño, y dentro otro más pequeño… hasta que al final nos queda un mínima parte del regalo aparente. ¿Será sólo una broma y nos estarán reservando el regalo de verdad? Lo único de la metáfora que no concuerda aquí, es que las infraestructuras no son ningún regalo; las pagamos entre todos con nuestros impuestos, e independientemente del lugar donda vivamos.

 
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